Copio:
Este perrillo es Curro. Un cachorrete de siete meses, que ronda los 10 kilos. Cuando termine de crecer (si no lo matan antes) será un precioso ejemplar de talla media.
Curro ha vivido en familia. Una familia de esas que "ya no lo pueden tener", quizá porque ha crecido más de lo que pensaron, quizá porque simplemente se han hartado. Se ve que la familia tiene prisa por quitárselo de en medio porque hay un ultimátum de llevarlo en brevísimo tiempo a donde ya imaginas y a donde ninguno debería llegar. Eso supondría un futuro fatal para el pobre Curro, ajeno a su propio drama. Allá donde piensan dejarlo lo consumirá el moquillo, la desesperación por salir al sentirse preso o algo mucho más rápido y definitivo.
Se ve que la familia no puede tampoco tomarse más tiempo. Como tampoco el inmenso esfuerzo de haber enviado una foto de mediana calidad. No me explico cómo se puede ser un perro familiar del que no se tengan mil y una imágenes.
Como Curro hay cien mil. Y como a Curro, la gente lo verá en una difusión. El amor, ya sabemos, es cosa misteriosa y a veces cuestión de un flechazo. Muchos dicen haber escogido a su perro porque su mirada les taladró dulcemente el corazón.
Curro está en desventaja. Su familia -que dirá quizás sentirse muy apenada- no dispone de esa foto en que se le vean los ojitos dulces y tiernos de todos los cachorros. Su mirada te tendrá que cautivar en directo. Y mientras tanto la tendrás que soñar. Pero date prisa, porque se le acaba el tiempo.
Yo te puedo garantizar que Curro es muy guapo, pero eso quizá es lo de menos (ojo, que lo es).
¡Si sabes que te va descubrir un mundo su mirada escribe o llama!
Contacto: jose45_66@hotmail.es
633677446
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