La galga favorita del príncipe Alberto, "EOS", pintada por Sir Edwin Landseer. Acompañó al príncipe desde sus catorce años y viajó con él a Inglaterra. Cuando Eos murió, con diez años de edad, fue enterrada en el cementerio familiar de palacio. Landseer se encargó de realizar un monumento a Eos para su tumba.

Eso, es amar a tu perro.

"SIEMPRE QUE VEO A UN CAZADOR SEGUIDO DE SU PERRO, LA ESCOPETA AL BRAZO, NO ME OLVIDO NUNCA DE DESEARLE BUENA CAZA. DICEN QUE ESA FRASE ES DE MAL AGÜERO". Julio Verne

domingo, 18 de agosto de 2013

UNA NUEVA OPORTUNIDAD. Una historia de tragedia y esperanza


Una historia de tragedia y esperanza

Galgos rescatados y que disfrutan de la compañía de su nueva familia. / 'Galgo Leku'

Copio: http://www.elcorreo.com/vizcaya/rc/20130817/sociedad/abandono-maltrato-galgos-201308141402.html

Al año 50.000 galgos son maltratados y abandonados pero gracias a la labor de voluntarios y de asociaciones pueden disfrutar una segunda oportunidad.

17.08.13 - 07:49 -
EDURNE TAPIA | MADRID

Hace un año que la vida de Blues, un joven galgo, cambio por completo cuando una perrera provincial de Valladolid le rescató de una muerte segura en una cuneta de una carretera. Se encontraba escuálido, lleno de garrapatas, de suciedad, y con una fractura en la pierna que dejaba visible el hueso y una gran infección. Tras llevarle a un veterinario las sospechas de que había sido atropellado fueron confirmadas. Se hallaba en tan malas condiciones que la única salida que se veía era el sacrificio. Pero gracias a una llamada de una protectora el trágico final al que estaba abocado Blues no llegó a suceder, y ahora se encuentra feliz y recuperado viviendo una segunda vida que nunca pensó que tendría. Esta es solo una de las historias que Alba Navarro, vicepresidenta de la asociación 'Galgo Leku', recuerda con más sufrimiento, dolor y satisfacción por el duro trabajo realizado.

'Galgo Leku' es una de las cientos de asociaciones que hay en toda España salvando la vida a estos animales tan bellos, nobles y agradecidos. Nació de la idea de unos amigos que rescataron a dos galgos y hoy en día ya son 400 a los que han dado una nueva oportunidad. Esta asociación vasca se encarga de rescatar y salvar a galgos que han sido abandonados o maltratados, en la mayoría de los casos por los cazadores. Sin el apoyo económico de las instituciones y con la ayuda de voluntarios que dedican su tiempo libre y parte de su dinero, han puesto un grano de arena en esta lacra que el año pasado afectó a 50.000 galgos en toda España.

Con el inicio de la temporada de caza, de octubre a febrero, empieza el periodo más dramático para los galgos porque aquellos que no sirven para la liebre son desechados. "A partir de cierta edad dejan de ser útiles para los cazadores, y cuando termina la temporada les es más caro mantener a un animal mayor que a uno más joven. Además, cuando ya tienen cierta edad la velocidad y su forma de cazar es diferente. Todo funciona por descarte", explica Alba Navarro. El final de estos perros es siempre trágico. Son ahorcados en olivos con las patas traseras rozando el suelo y las delanteras moviéndose de manera compulsiva agonizando hasta dos días antes de morir. Se dice que se ponen a tocar el piano, pues sus patas traseras se quedan en la misma posición que la de los pianistas. "Nos hemos encontrados con casos en los que los perros no han visto la luz en días o que apenas han comido un trozo de pan en toda la semana", apunta. Además del ahorcamiento, muertes con sufrimiento y abandonos, hay cazadores que tienen la costumbre de arrastrarlos por la carretera atados a su parachoques. Cuando esto ocurre, el dueño se encarga de arrancarles el chip que identifica quien era su anterior propietario. De esta forma se aseguran de no dejar ninguna muestra de la brutalidad que acaban de cometer y no podrán ser multados.

Las casas de acogida

Permanecer encerrados en zulos, entre rejas, y a oscuras sin apenas socialización crea en el galgo traumas psicológicos de los que "algunos consiguen recuperarse y hacen una vida familiar, a otros por el contrario les cuesta mucho más tiempo y nunca llegan a recuperarse al cien por cien", afirma Navarro. Para que la recuperación sea mayor y no permanezcan en un centro donde el trato no es tan personalizado, desde 'Galgo Leku' optan por llevarles a casas de acogida. "Tiene la gran ventaja de poder controlar mejor al animal, conocer más acerca de su carácter y te permite tratarlo de forma individual". Sin embargo "si no hay casas de acogida, no podemos rescatar", reconoce Navarro. Aún así, en alguna ocasión debido a la gran cantidad de casos que tenían entre manos han optado por llevarlos temporalmente a residencias concertadas.

Sin la labor que realizan las casas de acogida sería mucho más complicado rescatarles del maltrato físico y psicológico que han sufrido. Quienes conviven con el galgo durante el periodo de recuperación observan la evolución desde que llegan cabizbajos, miedosos y lastimados, hasta que se marchan con otra mirada y sin rehuir el contacto humano. Son quienes le acostumbran al cariño, a la alimentación o a una cama. "A la mínima que se les trata con un mínimo de respeto responden de una forma increíble", afirma Navarro. Todo ello con los consejos y pautas que desde la asociación se les da para que sepan como deben de actuar cuando hay algún problema.

Al igual que Blues miles de galgos son abandonados, maltratados y asesinados, pero con la ayuda de voluntarios y centros que se dedican en cuerpo y alma las veinticuatro horas del día, es posible contar historias con final feliz que animan a muchos otros a seguir adelante en la lucha. Una lucha que se ve recompensada cada día que se ve a un galgo pasear por la calle en compañía de una familia.

http://www.elcorreo.com/vizcaya/rc/20130817/sociedad/abandono-maltrato-galgos-201308141402.html

Y no solo son galgos, los maltratados y abandonados por los cazadores, también lo son podencos, bracos, bodegueros, bretones, grifones, setters...

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