La galga favorita del príncipe Alberto, "EOS", pintada por Sir Edwin Landseer. Acompañó al príncipe desde sus catorce años y viajó con él a Inglaterra. Cuando Eos murió, con diez años de edad, fue enterrada en el cementerio familiar de palacio. Landseer se encargó de realizar un monumento a Eos para su tumba.

Eso, es amar a tu perro.

"SIEMPRE QUE VEO A UN CAZADOR SEGUIDO DE SU PERRO, LA ESCOPETA AL BRAZO, NO ME OLVIDO NUNCA DE DESEARLE BUENA CAZA. DICEN QUE ESA FRASE ES DE MAL AGÜERO". Julio Verne

sábado, 19 de noviembre de 2011

La ciudad de las bestias



Copio:

http://elrefugioescuela.com/

No ocurre en ningún país de los que consideramos civilizados. Y no ocurre porque nadie consentiría que India pasara un sólo minuto en la calle.
En nuestro país no sólo permitimos con indiferencia y pasividad que India vague a su suerte por nuestras calles, además observamos cómo agoniza. Y nos damos la vuelta.Dolor y vergüenza de vivir en la ciudad de las bestias. Ciegos, insensibles, crueles, ignorantes y desalmados. Bestias.

India se moría en una esquina de la ciudad de las bestias. Cada día más cerca del abismo. Cada minuto más cerca de la muerte. Y no fue un día, ni dos, ni tres, fueron semanas las que India tuvo para irse consumiendo ante la pasividad de quienes caminaban junto a su cuerpo roto.

¿Cómo se hace? ¿Cómo se ignora el dolor ajeno?


Si ahora India lucha por su vida en la clínica veterinaria es porque el destino la puso en manos de una excepción. Nuestra amiga Toñi la vio, la miró y la cogió en sus brazos. Y es Toñi y las personas como ella las que devuelven la dignidad a los que habitamos la ciudad de las bestias. Pero no, no te equivoques, insistimos, Toñi es una excepción. Si no lo fuera, India jamás hubiera arrastrado su hambre y su dolor durante semanas por las esquinas de la muerte.

Y sí, Toñi, tú y nosotros somos los locos de los perros y lo gritamos con orgullo. Porque todos nosotros nos conmovemos y nos movemos ante el dolor ajeno. Y actuamos. Y demostramos que tenemos un corazón que sobrevive el ataque de las bestias.

Pero entonces observamos a India languidecer; le ponemos la mano bajo su trufa ardiente para comprobar si todavía respira; con un hilo de voz le suplicamos que se ponga de pie; las lágrimas se nos pierden entre sus costillas de campo de concentración; y nos preguntamos ¿vale la pena? ¿Valen la pena su dolor y el nuestro? ¿Y si la dejamos marchar y con ella nos vamos nosotros y como las bestias nos damos la vuelta?

Y casi sin tiempo a enunciar la pregunta nos acordamos de Luz, de Baus, de Sirena, de Sandro, de Paris, de Willy… y de ti. Contigo ellos lo consiguieron. Tú no dejaste que nos diéramos la vuelta. ¡No vamos a hacerlo ahora!

Y será jodido porque India es un suspiro de vida; su cuerpo se debate entre la desnutrición, la anemia y la leishmaniosis. Pero hemos de intentarlo, dinos que sí.

Hace un par de semanas llegó Nina a nuestras vidas, una galguita de apenas 4 meses a la que hay que operar de una fractura en una pata. Y al cabo de pocos días llegó Chispa, una pelusona a la que también hay que operar de una fractura que soldó en la calle. Y hoy llega India.

Si nos ayudas podremos con todo como siempre acabamos haciendo gracias a vuestro compromiso.La ciudad de las bestias es menos fría y menos oscura si se camina de la mano de buenos amigos.

Gracias.

Esta es la cuenta de la asociación:La Caixa: 2100 2622 54 0210044530

Fuente: http://elrefugioescuela.com/india en la ciudad de las bestias

Y este es el vídeo de rabia intensa y dolor profundo.

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